El reto está en formar ciudadanos globales para asumir retos globales

El reto está en formar ciudadanos globales para asumir retos globales

El sistema educativo tiene la responsabilidad de formar ciudadanos globales, que desarrollen una mentalidad internacional y se caractericen por las habilidades necesarias para asumir con entereza retos globales como los ODS.

“No dejar a nadie atrás… transformar nuestro mundo” este es el lema de la agenda 2030. En los últimos años los ODS están en boca de todos, pero haciendo una mirada más profunda los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible implican 17 retos globales y si se quiere alcanzar estas metas no basta solo con un trabajo limitado por las fronteras físicas, se requiere generar un cambio de mentalidad que exige al sistema educativo de los diferentes países la formación de ciudadanos globales.

Por eso, para crear un mundo más sostenible la UNESCO promueve que los niños y jóvenes deben convertirse realmente en los protagonistas del cambio. Demandan de una formación que les permita desarrollar una mentalidad internacional y les otorgue los “conocimientos, habilidades, valores y actitudes que los empoderen para contribuir con el desarrollo sostenible. Por lo tanto, la educación es crucial para alcanzar este tipo de desarrollo” (Rieckman et al. 2017 p. 7). Entonces, está en manos de las Autoridades supranacionales, de los gobiernos locales y de las Autoridades de las institución es educativas abrir la puerta y permitir el cambio hacia la formación de ciudadanos globales.

En ese sentido, para desarrollar una mentalidad internacional es indispensable formar a los nuevos ciudadanos en diferentes aspectos, como, generar una conciencia de sí mismos, ya que no es posible comprender a los demás hasta que comprendamos quienes somos a nivel de nuestra idiosincrasia; desarrollar la empatía, pues es necesario aprender a escuchar a los demás y ver las cosas desde su perspectiva, lo cual permite trabajar con personas de diferentes lugares y culturas; promover la humildad intelectual, esto hace referencia a no creerse infalible sino a admitir la posibilidad de que en algún momento se puede estar equivocado, algo fundamental cuando se quieren alcanzar objetivos en común; aprender diferentes lenguas, lo cual permite tener una visión más completa de la realidad y ayuda a pensar de diferentes maneras; y, no temer a los conflictos y aprender a negociar, es decir reconocer que el conflicto es inherente al ser humano y que la mejor manera de afrontarlo es tener la claridad que no siempre se obtendrá todo lo que se desea, pero tampoco se perderá todo lo que se tiene (Leyva, 2018).

Según Minakata (2009) “hoy se exige formar alumnos en y para la vida; formar a las nuevas generaciones en un contexto de transformaciones tecnológicas y económicas… La gestión del conocimiento y el aprendizaje para la vida son dos demandas … que se plantea a la escuela” (p. 4). En ese sentido, para llegar a una formación integral el sistema educativo se debe enfocar en el desarrollo de habilidades que permitan a los estudiantes desenvolverse y afrontar retos sin importar la etapa de su vida en la que se encuentren, solo así serán realmente ciudadanos del mundo.

Por consiguiente, los nuevos ciudadanos deben reflejar habilidades sociales, que les permitan relacionarse con personas de diferentes lugares en forma adecuada, que puedan promover una colaboración efectiva, siendo capaces de expresar sus sentimientos, opiniones y necesidades sin limitaciones (Roca, 2014).  De igual manera, deben resaltar por sus habilidades de pensamiento, que les permita tener una mirada crítica de la realidad, que puedan enfrentar y resolver problemas y ejecutar procesos mentales que posibiliten generar cambios significativos en diferentes contextos (Vicuña y Sanjinés,2018).  En la misma línea, es necesario que desarrollen habilidades de investigación, que puedan partir del asombro, generar preguntas, plantear hipótesis, integrar el conocimiento y encontrar soluciones a problemáticas en diferentes escenarios y niveles de complejidad(Martínez y Márquez, 2014). También deben destacar por sus habilidades de comunicación, con la capacidad de escuchar, comprender y comunicarse de manera asertiva a nivel oral y escrito, con argumentos propios, pero siempre teniendo en cuenta otros puntos de vista (Binkley et al, 2010). Finalmente, estos ciudadanos se deben caracterizar por sus habilidades de autogestión, lo cual implica que puedan dominar sus pensamientos, sentimientos y acciones, que se permitan lograr una estructura, organización y seguridad para alcanzar sus objetivos y metas.

En suma, si se desea avanzar en el reto global que implica la consecución de los ODS se debe “alimentar una conciencia global y abrir los ojos a las disparidades existentes para afrontar un futuro común en el que todos estemos comprometidos a conseguir que este nuestro mundo, no nuestra familia, ni nuestro barrio, ni nuestra ciudad, sino nuestro mundo sea el mejor para todos” (Riveiro, 2016.P7) y esto solo es posible si el sistema educativo forma ciudadanos globales, que sean conscientes de que lo que sucede y afecta al planeta nos aqueja a todos, que se esfuercen por desarrollar un perfil integral con las habilidades necesarias para cambiar el mundo.

Fernando Torres

Coordinador Académico Colegio Johannes Kepler

BIBLIOGRAFÍA

Binkley, M., Erstad, O., Herman, J., Raizen, S., Ripley, M. y Rumble, M.(2010). Defining collaboration skills. Melbourne: The University of Melbourne.

Leyva, O. (2018) Cómo desarrollar la mentalidad internacional. México: Revista experiencia, UPAE.

Martínez y Márquez (2014) Las habilidades investigativas como eje transversal de la formación para la investigación. Tendencias Pedagógicas, N°24.

Minakata, A. (2009) Gestión del conocimiento en educación y transformación de la escuela. Sinéctica, N° 32 p.4.

Monge, C. (2019) Hacer de las aulas campo de cultivo de los ODS. Revista digital de educación del FEAE – Aragón, N° 28 p.7.

Rieckman, M., Mindt, L. y Gardier, S. (2017) Educación para los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Objetivos de aprendizaje. Unesco.

Riveiro, S. (2016) Educando ciudadanos del mundo. Un proyecto multidisciplinar de educación para el desarrollo. Madrid: UNIR.

Roca, E. (2014) Cómo mejorar tus habilidades sociales. Valencia: APCE ediciones.

Vicuña, M. y Sanjinés, E. (2018) Habilidades de pensamiento y su relación con el aprendizaje. Revista de investigación en Psicología, Vol 21 N°2 p.226.

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